En esta segunda entrada Hablaré
sobre el cuento motor y sus funcionalidades. El cuento motor me parece algo muy
atrayente para trabajarlo en infantil, ya que por medio del juego, el niño
puede aprender.
El cuento es, desde los primeros
años de vida, una herramienta que ayuda a construir sólidas estructuras a la
fantasía del niño, fortaleciendo su capacidad de imaginar. Para Ventura y Durán
(2008), los cuentos abren al niño desde la visión particular del mundo hasta la
visión con mayor amplitud donde integra el mundo que le rodea.
Una vez dicho lo que es el
cuento, para llegar a los cuentos motores desde los cuentos tradicionales hay
que añadirles a estos tareas donde intervengan acciones motrices, se podría
decir que los cuentos motores son el tipo de cuento que puede catalogarse como
una variante del cuento cantado o del cuento representado, que puede
denominarse cuento jugado.
En este caso, en los cuentos
motores, el adulto narra un cuento y los niños a la vez van representando e
interpretando lo que va ocurriendo en el cuento.
Por tanto, los cuentos motores
son leyendas, fábulas, invenciones… breves de hechos imaginarios, con unos personajes,
cuyo hilo argumental es sencillo y nos remite a un escenario o contexto
imaginario, donde se llevan a cabo diferentes tareas motrices, actividades y
juegos asociados a la historia de dicho cuento. Estos cuentos son orales, a la
vez que populares o creados específicamente como tal y de esta manera los
participantes irán emulando a los personajes del cuento.
Según Ruiz Omeñaca (2011) existen
cuentos paralelos a los cuentos motores, donde se implica el cuerpo y el
movimiento. Estos poseen algunas diferencias con los cuentos motores, tales
como suscitar situaciones de juegos (cuento jugado), poseer la posibilidad de
ser contado sin tener que seguir una estructura de principio a fin (relato
motor), destacar las vivencias experimentadas por los participantes (cuento
vivenciado) o poseer una orientación expresiva y comunicativa.
Se puede considerar un buen recurso
didáctico, puesto que fomenta la interacción entre el maestro y el niño,
creando un lazo de afectividad que creará una base hacia el ámbito social del
niño. Los niños son, por tanto, los protagonistas de su propio aprendizaje y
conseguirlo a través de los cuentos motores puede resultar muy divertido para
la etapa de Educación Infantil.
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